¡Hola seguidores!
¡Hoy se cumple un día de la creación de mi nuevo blog! ¿Quién me lo iba a decir a mi, eh? Poder decirle al mundo lo que pienso... poder expresarme libremente en este medio tan utilizado. ¿Ustedes no lo ven así? Me satisface la idea de saber que alguien, al otro lado de su PC, está leyendo estas líneas que escribo.
Por desgracia, no todas las personas pueden disfrutar como lo hago yo con esta ventaja que me proporciona Internet. Hablo de aquellas personas que distan físicamente de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Este grave problema recibe el nombre de brecha digital o digital divide.
Hasta hace pocos meses no era consciente de la situación que gira a nuestro alrededor: personas de diferentes comunidades, estados, países... todavía no tienen acceso al mundo virtual. ¿En qué siglo estamos? Se lo diré yo: en un siglo en el que las tecnologías están sufriendo un proceso constante de transformación y en el que, injustamente, no toda la población mundial puede hacer uso de ellas. ¿Por qué digo injustamente? ¿No luchamos siempre por que haya igualdad? Por ejemplo, queremos que exista la igualdad entre mujeres y hombres; pero como los que podemos acceder a las nuevas tecnologías ya hacemos un uso de ellas, no nos quejamos. ¿Por qué no promovemos la igualdad de todas las personas ante la era tecnológica como lo hacemos con la igualdad de sexos?
Vale, es cierto. La cosa no es así de fácil. Esta brecha digital aparece cuando no se dispone de infraestructura de telecomunicaciones y redes (teléfono, ordenador, banda ancha…), de accesibilidad a los servicios que ofrece la tecnología (sustento económico necesario) y de la habilidad de manejar de manera adecuada dicha ciencia (analfabetismo digital).
Además, otro de los problemas que conlleva la brecha digital es que atrae a otros tipos de brechas, como la cultural o la económica, porque actualmente quien no se adapta a las nuevas tecnologías queda excluido del progreso, los negocios se atrasan y son menos competitivos, acaban desapareciendo. Culturalmente ocurre algo parecido, ya que la falta de tecnologías desarrolladas y adaptadas al resto del mundo hace que el nivel de educación de ese territorio no sea el mismo.
Aún así, España todavía se encuentra en una fase de paso de un país industrializado a un país desarrollado totalmente de forma tecnológica, por eso tenemos que seguir progresando en este ámbito y no dejar NUNCA este tema de lado…
¡Hoy se cumple un día de la creación de mi nuevo blog! ¿Quién me lo iba a decir a mi, eh? Poder decirle al mundo lo que pienso... poder expresarme libremente en este medio tan utilizado. ¿Ustedes no lo ven así? Me satisface la idea de saber que alguien, al otro lado de su PC, está leyendo estas líneas que escribo.
Por desgracia, no todas las personas pueden disfrutar como lo hago yo con esta ventaja que me proporciona Internet. Hablo de aquellas personas que distan físicamente de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Este grave problema recibe el nombre de brecha digital o digital divide.
Hasta hace pocos meses no era consciente de la situación que gira a nuestro alrededor: personas de diferentes comunidades, estados, países... todavía no tienen acceso al mundo virtual. ¿En qué siglo estamos? Se lo diré yo: en un siglo en el que las tecnologías están sufriendo un proceso constante de transformación y en el que, injustamente, no toda la población mundial puede hacer uso de ellas. ¿Por qué digo injustamente? ¿No luchamos siempre por que haya igualdad? Por ejemplo, queremos que exista la igualdad entre mujeres y hombres; pero como los que podemos acceder a las nuevas tecnologías ya hacemos un uso de ellas, no nos quejamos. ¿Por qué no promovemos la igualdad de todas las personas ante la era tecnológica como lo hacemos con la igualdad de sexos?
Vale, es cierto. La cosa no es así de fácil. Esta brecha digital aparece cuando no se dispone de infraestructura de telecomunicaciones y redes (teléfono, ordenador, banda ancha…), de accesibilidad a los servicios que ofrece la tecnología (sustento económico necesario) y de la habilidad de manejar de manera adecuada dicha ciencia (analfabetismo digital).
Además, otro de los problemas que conlleva la brecha digital es que atrae a otros tipos de brechas, como la cultural o la económica, porque actualmente quien no se adapta a las nuevas tecnologías queda excluido del progreso, los negocios se atrasan y son menos competitivos, acaban desapareciendo. Culturalmente ocurre algo parecido, ya que la falta de tecnologías desarrolladas y adaptadas al resto del mundo hace que el nivel de educación de ese territorio no sea el mismo.
Aún así, España todavía se encuentra en una fase de paso de un país industrializado a un país desarrollado totalmente de forma tecnológica, por eso tenemos que seguir progresando en este ámbito y no dejar NUNCA este tema de lado…
1 comentarios:
jajaaaa, malditaa brechaa!!
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